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lunes, 27 de agosto de 2012

UN AMIGO QUE VINO A QUEDARSE




Es Mayo 2009, ya tengo 45 años, y  con la Gloria de Dios espero cumplir uno mas este año en octubre. Hoy muchos son los motivos para estar feliz, o mejor dicho, al estar feliz y en paz interior, veo muchos sucesos felices. El haber recibido a Cristo como mi Salvador ha sido el momento más importante de todos estos años vividos. Entiendo que cambiar no es fácil, pero en mi caso, haber perdido a mis padres, quienes eran las muletas donde descansaban mis errores, dejó un vacío espiritual, o creo que más bien, el vacío existía solo que se hizo consciente. La palabra tiene un poder impresionante en el mundo que nos rodea, Jesús la usaba, y con ella inundaba de sabiduría todo lo que le rodeaba, Dios encarnado para dejarnos el camino de la santidad. Esto  lo entiendo luego de haber rechazado por años cualquier cosa que fuera religión, la experiencia de mi vida con esa figura  amorfa y frustrante que es la iglesia católica, que no da respuestas al espíritu, y ancla nuestro caminar con miedos, esperanzas vacías, creencias equivocadas acerca de quien fue Jesús. Creemos conocer de El porque poseemos información acerca de, pero no lo sentimos, no lo hacemos el centro de nuestro ideal de vivir. Para mi, leer la Biblia era fastidioso, es mas, me parecía un libro sin contenido, y sustituía su lectura por otras, que apuntaban hacia otra realidad, la del mundo, y he allí la equivocación que nos hace tan infelices, somos un espíritu que esta teniendo una experiencia material y no lo contrario. Cuando comprendemos que nuestra fuente principal de conocimiento, de quienes somos, o que debemos hacer y a quien creer, radica en el ahogamiento de las cosas del mundo: de la vanidad, de la critica, del rumor malintencionado, la envidia, el deseo por cosas que ya tienes, pero que quieres otra, porque es mas grande o mas moderna, cuando no agradeces por lo que eres, por tu vida, por el aire, por tus ojos, por poder caminar, por poder hablar, cantar, reír, cuando vives esa oscuridad permanente aferrándote a las noticias que  alteran tu paz interna, cuando estas acumulando cosas, cualesquiera que ellas sean, dándoles vida, creas vampiros de tu alma que expira dentro de sus estructuras de plástico y papel.   
Yo soy, Yo tengo, Esto es mío, Yo lo logré, Yo … Yo… Yo. El Ego; ese lastre absurdo que no nos hace ser hijos del Dios vivo. El problema no es que uno tenga una estima elevada, eso es una cosa muy diferente a creer que Todo lo que ha logrado ha sido sin un propósito, y ese propósito viene del espíritu, no del mundo, los halagos de los hombres son tan vacíos como un tronco hueco, cuando se comprende que esta experiencia bella ya fue planeada desde el mismo milagro de nuestra concepción, que nuestra vida esta sustentada por esa fuente inagotable de bondad y rectitud, se enciende una luz tan brillante que ilumina aun en los momentos mas oscuros, va ligado a la Fe. Concibo a la Fe como el canto del pájaro a las 4 y media de la mañana, él canta porque sabe que amanecerá aún cuando no hay indicios de que el sol saldrá, no lo ve, no lo huele, pero sabe que con alegría recibirá ese día aun cuando todavía es de noche.

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