Es Mayo 2009, ya tengo 45 años, y
con la Gloria
de Dios espero cumplir uno mas este año en octubre. Hoy muchos son los motivos
para estar feliz, o mejor dicho, al estar feliz y en paz interior, veo muchos
sucesos felices. El haber recibido a Cristo como mi Salvador ha sido el momento
más importante de todos estos años vividos. Entiendo que cambiar no es fácil,
pero en mi caso, haber perdido a mis padres, quienes eran las muletas donde
descansaban mis errores, dejó un vacío espiritual, o creo que más bien, el vacío
existía solo que se hizo consciente. La palabra tiene un poder impresionante en
el mundo que nos rodea, Jesús la usaba, y con ella inundaba de sabiduría todo
lo que le rodeaba, Dios encarnado para dejarnos el camino de la santidad.
Esto lo entiendo luego de haber
rechazado por años cualquier cosa que fuera religión, la experiencia de mi vida
con esa figura amorfa y frustrante que
es la iglesia católica, que no da respuestas al espíritu, y ancla nuestro
caminar con miedos, esperanzas vacías, creencias equivocadas acerca de quien
fue Jesús. Creemos conocer de El porque poseemos información acerca de, pero no
lo sentimos, no lo hacemos el centro de nuestro ideal de vivir. Para mi, leer la Biblia era fastidioso, es
mas, me parecía un libro sin contenido, y sustituía su lectura por otras, que
apuntaban hacia otra realidad, la del mundo, y he allí la equivocación que nos
hace tan infelices, somos un espíritu que esta teniendo una experiencia
material y no lo contrario. Cuando comprendemos que nuestra fuente principal de
conocimiento, de quienes somos, o que debemos hacer y a quien creer, radica en
el ahogamiento de las cosas del mundo: de la vanidad, de la critica, del rumor malintencionado,
la envidia, el deseo por cosas que ya tienes, pero que quieres otra, porque es
mas grande o mas moderna, cuando no agradeces por lo que eres, por tu vida, por
el aire, por tus ojos, por poder caminar, por poder hablar, cantar, reír,
cuando vives esa oscuridad permanente aferrándote a las noticias que alteran tu paz interna, cuando estas
acumulando cosas, cualesquiera que ellas sean, dándoles vida, creas vampiros de
tu alma que expira dentro de sus estructuras de plástico y papel.
Yo soy, Yo tengo, Esto es mío, Yo lo logré, Yo … Yo… Yo. El Ego; ese
lastre absurdo que no nos hace ser hijos del Dios vivo. El problema no es que
uno tenga una estima elevada, eso es una cosa muy diferente a creer que Todo lo
que ha logrado ha sido sin un propósito, y ese propósito viene del espíritu, no
del mundo, los halagos de los hombres son tan vacíos como un tronco hueco,
cuando se comprende que esta experiencia bella ya fue planeada desde el mismo
milagro de nuestra concepción, que nuestra vida esta sustentada por esa fuente
inagotable de bondad y rectitud, se enciende una luz tan brillante que ilumina
aun en los momentos mas oscuros, va ligado a la
Fe. Concibo a la Fe como el canto del pájaro a
las 4 y media de la mañana, él canta porque sabe que amanecerá aún cuando no
hay indicios de que el sol saldrá, no lo ve, no lo huele, pero sabe que con
alegría recibirá ese día aun cuando todavía es de noche.
No hay comentarios:
Publicar un comentario